Mi hijo no quiere ir al colegio: ¿Qué puedo hacer?

¿Cada mañana es una batalla para vestirlo y llevarlo al aula?
Muchos padres enfrentan esta situación sin saber si se trata de una etapa normal o una señal de algo más profundo. Lo cierto es que el rechazo escolar no solo desgasta la rutina familiar, sino que puede afectar el desarrollo emocional y académico de tu hijo si no se atiende a tiempo.

¿Por qué mi hijo no quiere ir al colegio?

Imagina a Laura, una madre de Cali, que ve a su hijo de 6 años llorar cada mañana al acercarse al colegio. Al principio pensó que era normal, pero con el pasar de los días la angustia creció. ¿Qué le pasaba? ¿Por qué no quería entrar?

Los motivos detrás de este rechazo pueden variar. Algunos de los más comunes son:

  • Ansiedad por separación: especialmente en los primeros años, el miedo a alejarse de mamá o papá puede ser abrumador.
  • Experiencias negativas: como el bullying, la exclusión o incluso un mal momento con un docente.
  • Aburrimiento o falta de estímulo: un ambiente que no conecta con sus intereses puede hacer que lo vea como una obligación y no una oportunidad.
  • Cambios familiares: una mudanza, un divorcio o la llegada de un nuevo hermano pueden alterar su estabilidad emocional.

¿Y tú? ¿Te has detenido a pensar qué podría estar sintiendo tu hijo al decir que no quiere ir?

Consejos prácticos para los padres

No existe una fórmula mágica, pero sí estrategias que pueden ayudarte a manejar esta situación con empatía y efectividad:

  • Escucha sin juzgar: dedica un momento del día a preguntarle cómo se sintió en el colegio y qué cosas le gustaron o no.
  • Crea rutinas seguras: los niños necesitan estructura. Una rutina estable en la mañana y al final del día les da seguridad.
  • Mantén una actitud positiva hacia el colegio: evita frases como “ni modo, toca ir” y cambia por “hoy aprenderás algo genial”.
  • Habla con los docentes: ellos pueden ofrecerte otra perspectiva sobre lo que está ocurriendo en el aula.
  • Evita castigos por llorar o resistirse: responde con comprensión. El miedo se calma con presencia, no con presión.

¿Y si el colegio también acompañara emocionalmente?

Ahora imagina que Laura encontró una institución donde no solo le enseñan a su hijo a leer y sumar, sino también a entender sus emociones, socializar con respeto y disfrutar el aprendizaje.
Una escuela que ve al niño como un ser integral, y no solo como un estudiante más.

Esa es la diferencia que marca un enfoque educativo con valores, empatía y acompañamiento constante.

En el Liceo Las Acacias…

Trabajamos para que cada niño ame aprender desde el primer día. Sabemos que un ambiente cálido, con docentes que escuchan y comprenden, puede transformar el rechazo en entusiasmo.

Si estás buscando un lugar donde tu hijo se sienta seguro, valorado y feliz…

Agenda una visita hoy mismo.
Porque aprender no debería doler.
Debería emocionar.